Victoria Novales*

El periodista italiano Emanuele Giordana, en el libro Cooperaci�n e Innovaci�n. El Programa de Desarrollo Humano Local en Cuba, comparte la experiencia de su visita a Cuba para conocer m�s de cerca el Programa de Desarrollo Humano Local (PDHL) y los proyectos que �ste realiza, desde las necesidades a partir de las cuales han surgido, hasta algunos detalles estrat�gicos de los mismos. A trav�s de sus observaciones y entrevistas, y con una gran variedad de fotograf�as que ilustran los ambientes donde se han llevado a cabo los proyectos, describe no solo el car�cter, la calidez y el esp�ritu emprendedor del pueblo cubano, sino que logra introducir al lector en los diversos proyectos que se llevan a cabo en el Programa.

El an�lisis de Giordana permite comprender c�mo los proyectos realizados en el �mbito del PDHL est�n produciendo una apertura a los potenciales alternativos que se proponen a trav�s del modelo de la cooperaci�n descentralizada, contribuyendo de esta manera a un proceso de cambio gradual pero substancial en el contexto local en el cual opera el PDHL.

El PDHL, cuyo objetivo es llevar a la pr�ctica los conceptos y compromisos de las Cumbres Mundiales y de las Metas del Milenio, nace en Cuba en 1998, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y del Gobierno cubano. El PDHL define el c�mo en cuanto al trabajo; sin embargo el qu�, lo determinan los actores locales, nacionales e internacionales de acuerdo a temas de inter�s com�n. El Programa inici� en Pinar del R�o, Granma y La Habana Vieja y posteriormente se extendi� a otras localidades. Actualmente trabaja en 8 de 14 provincias y en 59 municipios. Se han realizado 970 proyectos con el apoyo de 300 actores de la cooperaci�n descentralizada, entre los cuales se encuentran 12 agencias de las Naciones Unidas, fondos de 12 pa�ses y cooperaci�n bilateral de 8, 20 universidades, 4 agencias de desarrollo local y 40 ONGs entre otros.

A trav�s de la metodolog�a de los Programas Marco se han realizado planes de acci�n intersectoriales y multidisciplinarios que parten de la realidad nacional. Los grupos de trabajo analizan las necesidades prioritarias del territorio, los riesgos y los recursos con que se cuenta y luego se encuentran acciones que se pueden llevar a cabo como soluci�n. Dentro del Programa existe el Fondo Rotativo de apoyo a las Iniciativas de Desarrollo Econ�mico Local (FRIDEL), un fondo de pr�stamos para las empresas cuyo objetivo es crear nuevas oportunidades de trabajo y desarrollo en las comunidades.

Entre los proyectos que se han efectuado, Giordana menciona el de Guant�namo, el cual ejecuta la Reconversi�n del Complejo Agro-Industrial (CAI) Paraguay desde el 2002, el cual, debido a la crisis azucarera de los a�os 90 habr� de ser utilizado con otros fines para continuar brindando trabajo y servicios a la comunidad. As� mismo, se rehabilit� una escuela primaria y una ludoteca, se cre� una Oficina de Apoyo a las Actividades de Reconversi�n y se realiza tambi�n un estudio psicosocial para identificar los intereses, necesidades y expectativas de la poblaci�n respecto a las nuevas tendencias del CAI Paraguay. Con el Proyecto Agua para Mais�, se cre� un acueducto que suministra agua potable a 5 comunidades, en Punta Mais� se fomenta la actividad pesquera y en el barrio La Caoba se cre� un vivero y se imparti� un curso de capacitaci�n para mujeres sobre producci�n y comercializaci�n de plantas.

Otro proyecto realizado en la provincia de Granma ha implicado la creaci�n de fincas forestales para la preservaci�n del medio ambiente; un Centro de Reproducci�n de Entom�fagos y Entomopat�genos para la producci�n hort�cola de car�cter biol�gico. As� mismo, se otorg� cr�dito a la Empresa de Elementos Aligerados de Bayamo, la f�brica de ladrillos encargada de abastecer a las 5 provincias orientales de la isla; con lo que se incrementar� no solo la producci�n sino el surtido de materiales de construcci�n. Se cre� una Unidad Protegida para el Adulto Mayor, se realiza la Restauraci�n de la Capilla de Nuestra Se�ora de los Dolores, lo cual constituye un reconocimiento del valor arquitect�nico y cultural del patrimonio cubano, promoviendo el turismo y las actividades comerciales.

En La Habana Vieja se realiza un taller de restauraci�n de madera y uno de restauraci�n de textiles; se cre� la Hermandad de Bordadoras y Tejedoras de Bel�n, se trabaja en la rehabilitaci�n del Centro Cultural Comunitario La Uni�n Fraternal y en la creaci�n de la Ludoteca Infantil Pinocho[1]. As� mismo, en la provincia de Holgu�n se realiza un Centro Municipal para la Atenci�n y Capacitaci�n en Medicina Homeop�tica.

Como se puede apreciar, la trascendencia del PDHL va m�s all� de del cumplimiento de los compromisos adquiridos en las Cumbres Mundiales y en los Objetivos del Milenio. Los proyectos que se realizan constituyen partes de un todo que toma en cuenta los riesgos, valora los recursos e integra la identidad y la cultura de la realidad cubana. Promueven la integraci�n y la participaci�n activa de sus miembros mediante la planificaci�n conjunta y la cooperaci�n en el trabajo cotidiano con metas claras y comunes a todos, realizando actividades satisfactorias, sostenibles y productivas. Fomentan la responsabilidad, la iniciativa y la creaci�n de redes laborales y sociales de apoyo, las cuales enriquecen el sentido de pertenencia y cohesi�n social. A nivel personal fortalecen la autonom�a, la competencia, las capacidades y la autoestima. El Programa ha contribuido al crecimiento econ�mico, pero los efectos de la inversi�n en el capital humano trascienden la satisfacci�n de las necesidades b�sicas, por lo que el PDHL constituye un instrumento con un valor incalculable para el mejoramiento de la calidad de vida a nivel integral.

Gracias a la sencillez del relato, el libro es comprensible y despierta en inter�s de todo tipo de lectores. Permite ampliar el nivel de cultura general, proporciona informaci�n actual sobre el trabajo realizado a trav�s de la cooperaci�n descentrada, permite conocer otros contextos de la realidad latinoamericana, la manera como a partir de los problemas han logrado trascender y encontrar soluciones viables para manejarlos, as� como algunos detalles de los proyectos. Si se utilizara como material de apoyo para los cursos de post-grado constituir�a una valios�sima herramienta a nivel acad�mico, ya que permitir�a a los estudiantes, clarificar conceptos, familiarizarse con los elementos, estrategias y con el proceso del trabajo que se realiza a trav�s de la cooperaci�n descentrada. Permitir�a apreciar c�mo se ponen en pr�ctica los conceptos b�sicos en un contexto real, ilustrando la manera como se lleva a cabo un programa de desarrollo humano.