Juan Carlos Moreno-Brid y Martn Puchet Anyul - Universitas Forum, Vol. 1, No. 3, December 2009
CONCEPTOS CRITICOS
CRISIS FINANCIERA INTERNACIONAL, POLTICAS ECONóMICAS Y GOBERNABILIDAD DEMOCRTICA EN AMRICA LATINA

Juan Carlos Moreno-Brid *y Martn Puchet Anyul

Introducción

Hasta hace poco se afirmaba que la crisis financiera internacional y sus efectos inaugurarn, claramente no el fin, pero si una era diferente del capitalismo y una nueva arquitectura financiera internacional. Ms cercanamente es frecuente escuchar que ms temprano que tarde este episodio llevar a Amrica Latina a emprender un rediseo en su agenda de desarrollo que implicar una redefinición de las responsabilidades, mbitos y formas de intervención del Estado y de su interacción con los mercados. Los puntos de sustento a la primera afirmación son varios. Por un lado est la respuesta a la crisis por parte del gobierno de Estados Unidos de Amrica (EUA), marcadas por una expansión fiscal y monetaria sin precedente, y el uso masivo de recursos fiscales para rescatar grandes instituciones financieras nacionales: Bear Stearns, Fannie Mae, Freddie Mac, American International Group, Citigroup y Bank of America. Estn en esa misma lnea su decisión de rescatar grandes empresas automotrices, de introducir medidas para reducir el impacto de la crisis en el empleo, e iniciativas de Buy American que favorecen la compra de productos locales en vez de importados.

En el mbito estricto de la intermediación financiera, rea crtica del funcionamiento de la economa de EUA, los cambios regulatorios han llevado mucho tiempo en comenzar a cobrar forma. Tomó ms de un ao desde el quiebre de Lehman Brothers que detonó la crisis, para que se propusieran modificaciones regulatorias profundas en la forma de operación de diversos agentes y mercados. En efecto, en el primer ao se dieron cambios poco significativos aunque incluyeron mayor protección al consumidor, y un control parcial del mercado de derivados de alto riesgo. Parte de esta magra respuesta se debió a () las disputas entre diferentes reguladores, la ira de los bancos y la oposición de muchos legisladores que creen que un mayor rol del Estado en la economa solo crear nuevos problemas (Enrich y Paletta, 2009).

En diciembre de 2009, el Congreso Legislativo finalmente aprobó - aunque por escasamente 223 contra 220 votos - una reforma regulatoria del sistema financiero de EUA. Esta, por dems significativa, implica la creación de una agencia federal para proteger al consumidor de prcticas crediticias abusivas, la adopción de nuevas reglas para acotar la participación de la banca en el mercado de activos de riesgo que detonó la crisis, y de reglas preventivas para evitar que el colapso de algunos bancos de inversión pueda -como ocurrió ahora- poner en riesgo la estabilidad de toda la economa.

Qu implica para Amrica Latina esta modificación de la poltica económica en EUA? En primer lugar, si bien la retórica oficial ha insistido en que se trata de acciones coyunturales ante la emergencia, la prctica sugiere que en el rea fiscal y financiera se da un cambio maysculo en la relación estado-mercado. De hecho, con esta reacción del gobierno del presidente Obama se rompe con lineamientos bsicos del Consenso de Washington, prevaleciente en Amrica Latina en gran parte de los '80 y '90, que recomendaba minimizar la intervención del sector pblico en la economa, eliminar el dficit fiscal y las barreras al comercio internacional. Con este rompimiento en la región se abre un espacio en el campo ideológico y tcnico para un diseo ms pragmtico de polticas macroeconómicas, alejndose de la ortodoxia que ve al balance fiscal no deficitario, a la apertura comercial, las privatizaciones y la cancelación de polticas de promoción sectorial como pilares de una nica estrategia macroeconómica viable para asegurar un crecimiento sostenido de mediano y largo plazos. Ms aun, esta mayor libertad en el terreno de las ideas se acompaa en Amrica Latina de una urgente necesidad de aplicar polticas para aminorar el agudo impacto de la crisis internacional sobre el empleo, la producción y la inversión locales as como para, a la vez, remover las restricciones fundamentales que bloquean el crecimiento económico y agudizan la desigualdad en la región.

En efecto, la crisis internacional ha interrumpido drsticamente el quinquenio 2003-08 de sostenida y fuerte expansión económica en Latinoamrica. En estos aos, apoyada en una mejora de los trminos de intercambio y de un franco acceso al mercado de capitales, la región en su conjunto logró elevar anualmente su Producto Interno Bruto (PIB) por habitante en ms de 3%. El 2009, sin embargo trae en diversos pases una contracción de su actividad productiva. Actualmente, la Comisión Económica para Amrica Latina y el Caribe (CEPAL) estima que en este ao el PIB real de la región caer 1.8 en trminos reales, en contraste con el alza de 4.1% que tuvo en 2008 (vase tabla 1). Esta merma en el nivel de actividad se reflejara en un deterioro importante en el mercado laboral. As mientras que entre 2003 y 2008 la tasa de desempleo bajó persistentemente para ubicarse en poco ms de 7%, en el 2009 se prev un alza de casi un punto para llegar a 8.3%. Este magro desempeo de la ocupación incide en la tasa de pobreza. As, la incidencia de la pobreza en la región interrumpe la tendencia decreciente que mostraba en los ltimos seis aos, y subir a 34.1% frente al 33% registrado en 2008. La indigencia, por su parte se elevar a 13.9% frente a 12.7% del 2008 (CEPAL, 2009). En nmeros absolutos este deterioro significa 9 millones ms de pobres, de los cuales 5 millones son indigentes.

Entre los que mayores cadas registran en su nivel de actividad en 2009 destaca Mxico, si bien la recesión afecta los cinco pases de Centroamrica y al Caribe. De hecho de 20 pases latinoamericanos para los que la CEPAL hace seguimiento se estima que la mitad est en recesión en el 2009. Cabe notar, sin embargo, que si bien es generalizada en la región, la prdida de impulso en la economa, con la excepción de Mxico, la cada en el PIB en 2009 es menos intensa que las registradas en las crisis acontecidas en los aos '80 y '90 del siglo pasado. Ms aun, de acuerdo a diversos indicadores, al parecer lo ms grave de la recesión ha quedado atrs ya en el segundo semestre del ao, y se estima que en el 2010 el PIB se expanda 4% en trminos reales a nivel regional. Resta ver si dicha recuperación efectivamente se concreta y si mantiene un fuerte impulso. Para un nmero importante de pases de la región esto ltimo es poco probable pues dependen crticamente del ritmo de expansión de la de Estados Unidos; que de acuerdo a diversos analistas ser menos intenso que en el pasado reciente.

Tabla 1. Crecimiento económico en Amrica Latina 2007-2010

Notas: a) Tasa estimada, b) Tasa proyectada.
Fuente: Balance Preliminar de Amrica Latina, CEPAL, diciembre 2009.

Con todo, aun si se recobra cierto ritmo de expansión económica de Amrica Latina en el 2010, es poco factible que sus efectos repercutan en el corto plazo de manera significativa en el empleo, la pobreza y la desigualdad. Ante esta adversa situación - y como mencionamos arriba - algunos analistas han abierto la interrogante sobre si los gobiernos de la región modificarn y ampliarn la forma y escala de intervención del Estado en la economa buscando por un lado aminorar los impactos adversos de la crisis y, por otro, sentar bases de una renovada agenda de polticas para un cambio estructural que permita insertar a la región en una senda de desarrollo robusto y sostenido.

Para comenzar a responder a esta interrogante cabe recordar que al menos en el campo retórico, en diversos pases de Amrica Latina el cambio hacia una nueva agenda de desarrollo comenzó en los noventa, ms de una dcada antes de la actual crisis financiera internacional, con la llegada al poder por la va democrtica de gobiernos de la llamada Nueva Izquierda. En efecto, el desencanto con los resultados del consenso de Washington llevó a lo largo y ancho de la región a la ciudadana latinoamericana a elegir candidatos cuyas plataformas polticas explcitamente rechazaban el Consenso mencionado y proponan una nueva estrategia macroeconómica cimentada en una mayor participación del Estado en la economa.

Esta nueva estrategia tuvo un mayor grado de concreción y viabilidad en los pases de la región con dotación abundante de recursos minerales o naturales. En ellos, el alza drstica y persistente de sus trminos de intercambio les dio extraordinarios ingresos fiscales gracias a que lograron una captura mayor de las rentas por la explotación de sus recursos minerales, sea por renegociar los derechos y contratos de explotación correspondientes con las compaas trasnacionales o por imponer nuevos gravmenes a la exportación. Los ms radicales en este sentido - Argentina, Venezuela, Bolivia y hasta cierto punto Ecuador - intervinieron en mercados seleccionados y nacionalizaron diversas compaas. El acceso a recursos fiscales extraordinarios les permitió cancelar sus compromisos con organismos financieros internacionales e impulsar significativos programas de obras pblicas o de protección social sin deteriorar mayormente sus balances fiscales. Otros gobiernos mantuvieron en la prctica una poltica macroeconómica ortodoxa pero complementada con el reforzamiento de los programas sociales y de la poltica industrial.

Es decir, en Amrica latina el giro - retórico o real - hacia un reforzamiento de la intervención del Estado en la economa comenzó a darse casi una dcada antes de que se detonara la crisis financiera internacional de 2008-09. Siendo esto as en que sentido es que podra esperarse que los gobiernos de la región busquen modificar su estrategia macroeconómica o su agenda de desarrollo a raz de la crisis internacional? Cómo estn reaccionando los gobiernos y sus ciudadanos ante dicha crisis?

Mecanismos de transmisión de la crisis y polticas económicas para enfrentarla

Primeramente hay que subrayar que los efectos de la actual crisis internacional se transmiten a Amrica Latina a travs de los mercados de bienes/servicios, las remesas y ciertos flujos de capital externo. Es decir, fundamentalmente, no tuvieron como canal relevante la inestabilidad o fragilidad de sus sistemas financieros. Fuese por la limitada sofisticación bancaria y financiera de la región, o porque su regulación correspondiente haba sido suficientemente fortalecida a raz de las crisis bancarias ocurridas en las ltimas dos dcadas del siglo XX, el caso es que en el 2008-09 Amrica Latina no ha experimentado quiebra importante de instituciones financieras locales, ni corridas de sus sistemas bancarios. De hecho sus sistemas financieros en general tienen un bajo grado de exposición al riesgo internacional, lo que hace que la oferta de crditos internamente sea poco sensible a los choques que sufren los mercados financieros internacionales (Kacef, 2009). Empero s se ha producido una restricción del crdito externo al sector privado, con lo que diversos corporativos industriales o de servicios tambin han sufrido prdidas masivas por especular en derivados y divisas.

En qu medida la actual crisis ha afianzado o revertido el grado de intervención del Estado en la esfera económica en diversos pases de la región, ya sea en el campo de estabilización macroeconómica o en el de promoción del desarrollo en los pases latinoamericanos? Cabe esperar que, para enfrentar el choque externo, se de un golpe de timón en las polticas económicas? Se adoptarn estrategias ms intervencionistas, que promuevan un mayor gasto y dficit fiscal que en el contexto de una cada fuerte en los ingresos presupuestales, de contracción económica y de deterioro de los trminos de intercambio quiz sea excesivo?

Para dar respuesta a estas interrogantes hay que considerar dos mbitos diferentes, si bien relacionados, de la poltica económica. El primero es el de la estabilización económica. Tiene su horizonte de preocupación ms bien de corto plazo y abarca los aspectos o instrumentos para aminorar el impacto adverso de los choques externos tpicamente sobre la inflación y el balance fiscal, aunque debera de ocuparse cada vez ms de la actividad productiva y del empleo. El segundo, con perspectiva de mediano y largo plazos, se ocupa de cómo sentar las bases para que - a la vez que se lucha por aminorar los impactos adversos de la crisis- se logre una transformación estructural de la economa que ayude a garantizar un crecimiento elevado y sostenido con equidad; un verdadero y profundo desarrollo humano.

Estabilización

En lo que concierne a los esfuerzos para estabilizar las economas de la región ante los impactos de la actual crisis internacional, todos los pases de Amrica Latina han respondido anunciando la puesta en marcha de polticas contracclicas. En efecto, en algunos pases desde fines de 2008 y en todos en 2009, ante la aguda preocupación por la desaceleración de la actividad productiva, de las cadas del ingreso y del empleo y sus repercusiones en la pobreza y la equidad - dada la ausencia de redes universales de protección social y de seguros a la desocupación - los gobiernos comenzaron a utilizar diversos instrumentos y programas para abatir los impactos adversos y estabilizar sus economas. La magnitud y alcance de dichos programas, y su oportunidad no son los mismos en los diferentes pases. Tal diferencia es resultado en parte de la voluntad de los gobiernos mismos y la presión poltica a la que se ven sujetos, y en parte de su capacidad fiscal, su acervo de reservas internacionales y sus posibilidades de acceso al crdito externo.

La respuesta ante la crisis internacional en cada uno de los pases de la región sin excepción incluye polticas de expansión monetaria por parte de la Banca Central y tambin aunque de muy diversa magnitud- un impulso fiscal. Al respecto, Brasil es uno de los pases cuyo paquete de polticas fiscales para impulsar el crecimiento es de los ms significativos en la región, adems de que est utilizando muy activamente a la banca de desarrollo para ofrecer crditos. Junto con Argentina, es de los pases de la región cuyos programas anti-crisis son mayores. Chile igualmente destaca en este terreno[1]. Per y Mxico tambin estn entre los que inicialmente anunciaron relativamente cuantiosos paquetes fiscales para la estabilización macro. Sin embargo, en este ltimo, la reciente propuesta de presupuesto pblico para 2010 tiene recortes en el gasto y alzas tributarias considerables que a priori reflejan mayor preocupación por cerrar el dficit fiscal[2].

Por el lado de la poltica monetaria, los bancos centrales han sido elemento fundamental de la estrategia de estabilización de las economas latinoamericanas en esta crisis. Ya en el segundo semestre del 2008, en el contexto de deterioro de los indicadores de riesgo pas a lo largo y ancho de la región, aprovecharon el rgimen de tipo de cambio flexible y permitieron inicialmente agudas depreciaciones cambiarias, para despus inyectar divisas en el mercado local usando las reservas internacionales. Tal opción fue posible debido a la vasta acumulación de divisas que procuraron los pases en desarrollo - desde los noventa y sobre todo ya en la dcada actual - a raz de las diversas crisis subregionales de balance de pagos. Algunos, como Mxico, Colombia y Brasil, concertaron en 2009 lneas de crdito especiales ya sea con la Federal Reserve o a travs de la nueva lnea de financiamiento flexible del Fondo Monetario Internacional. Estas acciones de las autoridades monetarias de los pases fueron cruciales para evitar corridas cambiarias y proveer divisas al sector privado para enfrentar sus compromisos financieros. Con ello, adems del apoyo a grandes empresas, se abatieron las presiones sobre el tipo de cambio y se revirtió parcialmente la tendencia a la depreciación. Dieron el margen de respiro financiero necesario que permitió el reingreso de la región al mercado de capitales ya en el primer trimestre del 2009. Adems, al acotar el margen de depreciación cambiaria evitaron espirales inflacionarias.

Una limitante del alcance del componente fiscal en la poltica de estabilización contracclica en la región es la debilidad y vulnerabilidad de los ingresos tributarios. Con escasas salvedades, entre las que destacan Brasil y Argentina, dichos ingresos representan menos de 20% del PIB. Adems algunos ingresos son muy vulnerables a las cadas en el comercio o en los trminos de intercambio. Ello reduce las posibilidades de expandir significativamente el gasto pblico ante una crisis exógenamente originada, a menos que se eleve el dficit fiscal, se cuente con suficientes fondos de estabilización acumulados en bonanzas anteriores, o haya franco acceso a fuentes de financiamiento fresco. Estas dos ltimas condiciones no son la regla en la región en la coyuntura actual. Con la excepción de Chile, ningn pas latinoamericano tiene un ahorro suficiente acumulado y, para la vasta mayora, el acceso al financiamiento externo a costo accesible y en las magnitudes necesarias para sustentar una poltica contracclica efectiva es ms la excepción que la regla. Recurdese que hoy en da los organismos internacionales enfrentan una demanda de fondos por pases de Europa, Asia y Africa adems de los de Amrica Latina - que rebasa ampliamente sus recursos.

Desarrollo

Como mencionamos en la introducción, un punto central en este mbito es que los pases industrializados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), para enfrentar la crisis actual, estn procurando la reorientación de la intervención del Estado en la esfera económica, de manera conspicua, al menos temporalmente. En cambio, en muchos pases de nuestra región en la prctica, al menos hasta ahora, la crisis no ha modificado mayoramente las pautas de los diferentes gobiernos en cuanto al balance estado-mercado en la conducción de su poltica de desarrollo.

As, en Amrica Latina en general se han manteniendo esencialmente inalterados el mbito, escala y modo de orientación de la intervención del Estado en cuanto a la promoción del desarrollo. Las economas de la región que se han caracterizado durante los ltimos aos por una ms marcada intervención estatal - como Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina - han seguido profundizando su perfil. Por su parte, a raz del estallido de la crisis global en general los otros pases latinoamericanos tampoco han alterado mayormente su agenda de desarrollo ni el rol asignado al Estado en ella.

Las excepciones son escasas Panam y El Salvador. En ellas la reorientación de la poltica económica surge de la derrota del partido en el poder en la elección presidencial. En el primer caso, Ricardo Martineli derrotó a Balbina Herrera, candidata del Partido Revolucionario Democrtico en el poder. En el segundo, Mauricio Funes fue electo con lo que el Frente Farabundo Mart para la Liberación Nacional (FMLN) llega por primera vez al Poder Ejecutivo; despus de varios perodos con gobierno de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Esto, nos parece, tiene que ver relativamente ms con el tpico desencanto de la ciudadana con los partidos en el gobierno en pocas de crisis que les mina sus posibilidades de cumplir las expectativas de mejora y bienestar surgidas a raz de las promesas de campaa, y relativamente menos con un cuestionamiento de fondo de la estrategia de desarrollo[3].

Dos ejemplos hasta cierto punto comparables son Mxico y Argentina, donde las elecciones legislativas intermedias de hace unos meses arrojaron una mayor inclinación a favor de partidos de oposición y con ello dieron lugar a la recomposición de sus Cmaras Legislativas. Dicha recomposición conlleva como reto maysculo para el Ejecutivo la formación de consensos inter-partidarios para aprobar reformas económicas en la parte restante de su mandato. La situación en Honduras, aunque sin duda ms compleja, ha llevado a una elección presidencial de un partido distinto al del depuesto presidente Zelaya cuya perspectiva de ejercicio de poder no est exenta de complejidades. Por otra parte en contraste tenemos a Bolivia y Uruguay cuyas inmediatamente recientes elecciones presidenciales no repercutieron en cambio alguno en cuanto al partido en el poder y su orientación ideológica. En Chile la elección del domingo 13 de diciembre, si bien pasó a segunda vuelta, registró un menor nmero de votos para el candidato de la Concertación en el poder - que al de la oposición. Habr que ver si las elecciones presidenciales que estarn teniendo lugar en el 2010 en Amrica Latina se traducen o no en un giro en las polticas o estrategias de desarrollo[4].

Al respecto, y si bien no hay acuerdo en torno al futuro de la poltica económica en la región, es importante resaltar que Standard & Poors Ratings Services, una de las ms connotadas agencias calificadoras de riesgos, concluye lo siguiente: Aunque todava es muy pronto para llegar a conclusiones definitivas, las primeras seales sugieren que la recesión actual () podra debilitar el atractivo de algunos aspectos del modelo económico de mercado que emanó de Washington, pero es poco probable que afecte los pilares de la estrategia de desarrollo económico que la mayora de los gobiernos de la región han seguido en los ltimos aos. La recesión podra fortalecer a la izquierda moderada en Amrica Latina que rechaza el populismo y crear un consenso poltico ms fuerte en torno a las polticas macroeconómicas pragmticas[5].

Hasta ahora la crisis financiera global y sus impactos no estn repercutiendo en la prctica en un cambio significativo en las agendas de desarrollo que han adoptado los gobiernos en el poder en los diferentes pases de la región. Los que tenan una proclividad mayor por la economa del libre mercado y apertura comercial continan con ella. Tienden a proponer que para apuntalar el futuro desarrollo de sus pases es indispensable profundizar las reformas neoliberales de pocas previas hacia las llamadas de segunda o de tercera generación. Por su parte, los gobiernos de la región que adoptaron ya hace casi una dcada una estrategia de desarrollo basada en la mayor injerencia del Estado en la asignación de recursos continan con tal orientación esencialmente inalterada y, quiz, la han acentuado. Punto crtico en la discusión sobre la viabilidad de dicha pauta de desarrollo en el corto y mediano plazos en varios de ellos es si podrn mantener el ritmo del gasto pblico si sus ingresos fiscales continan deteriorndose pari passu con la cada de sus trminos de intercambio y un restringido acceso a los mercados de capitales internacionales.

Gobernabilidad democrtica bajo presión?

Independientemente de que los gobiernos latinoamericanos sigan las polticas pragmticas, en el sentido que le dan los calificadores de Standard and Poors o que se inclinen por una mayor intervención del estado, las restricciones de largo plazo de las economas latinoamericanas no parecen haberse modificado ni durante el auge de los aos 2003-2008 ni que vayan a resolverse por medio de las respuestas a la crisis financiera global. Las dificultades que enfrentan la mayora de los estados que siguieron hasta la mitad de los noventa las prescripciones del consenso de Washington o, por lo menos, hicieron algunas sus reformas tendientes a reducir el papel del estado debern enfrentar ms temprano que tarde tres asuntos de poltica económica que se imponen ante la crisis. Ellos son los tres siguientes.

El primero es el aumento del monto porcentual de la inversión y la orientación de la misma para alentar el crecimiento, promover la innovación y remover obstculos estructurales (sobre los recursos ambientales, fsicos y humanos) que hay para lograr una transformación productiva con equidad. El segundo es la concepción de polticas especficas contra la desigualdad en la medida que ella distorsiona el funcionamiento de los mercados y, en particular, las condiciones que aseguren la inserción de las personas con remuneraciones dignas en el mercado de trabajo, la asignación de remuneraciones equitativas mediante los arreglos que se hacen en dicho mercado y la salida del mismo despus del ciclo de vida activo en condiciones justas. El tercero son los requerimientos de polticas fiscales y monetarias orientadas a la inversión, la disminución de la desigualdad, la protección social y la estabilización de los precios.

La gobernabilidad de las sociedades latinoamericanas depender, en el largo plazo, de la capacidad de sus actores sociales y partidos polticos para poner en marcha un contrato social expresado en un nuevo pacto fiscal que asegure a los estados, por un lado, los ingresos tributarios para resolver los asuntos planteados. Y que, por el otro lado, incorpore mecanismos efectivos de supervisión de la orientación pertinente y la transparencia en la asignación de los gastos gubernamentales. Conseguir los apoyos polticos para esa concertación es cada da ms acuciante en la medida que el dinamismo de la economa internacional y el acceso al crdito externo segn los pronósticos de las agencias internacionales no sern rpidos ni suficientes. Estas son las presiones efectivas que actuarn sobre la gobernabilidad democrtica de Amrica Latina en los próximos aos.

Por lo pronto un reflejo, muy incipiente pero no por ello menos preocupante, de la magnitud de estas presiones en algunos pases se encuentra en la reciente encuesta de Latinobarómetro en las respuestas a la pregunta siguiente: Si usted tuviera que elegir entre la democracia y el desarrollo económico sin democracia, Qu preferira usted?

Si bien el promedio regional dio 44% a favor de la primera opción, es decir de la democracia, y 39% a favor de la segunda, en diversos pases la ponderación al desarrollo económico fue considerablemente mayor. As en Guatemala solo 27% dijo preferir la democracia frente a 61% que dijo, en dado caso, preferir un desarrollo económico. Los porcentajes de Mxico fueron similares, 30% versus 60%, y con menor diferencia, tambin los de Paraguay (21% vs 57%), Colombia (29% vs 55%), Ecuador (35% vs 53%), Per (32% vs 50%) y Chile (37% vs 43%).

Por otra parte debe subrayarse que la misma fuente reportó para todos los pases de Amrica Latina que ms del 60% de su población encuestada est de acuerdo con la afirmación de que la democracia puede tener problemas, pero es la mejor forma de gobierno. En todo caso, aun si la gobernabilidad no est en riesgo, es imperativo que los gobiernos tengan xito en que las medidas que estn tomando ante la crisis aminoren los impactos sociales adversos de sta sobre el empleo, la pobreza y sus diversas manifestaciones, a la vez que sienten bases para insertar a sus economas en una senda de crecimiento elevado y sostenido con equidad. Fracasar en ello es algo que la región no puede permitirse por diversas razones quiz la ms importante es la de cimentar y preservar los valores democrticos y conseguir un goce pleno y efectivo de los derechos humanos en nuestras poblaciones.

Referencias

CEPAL (2009) 'Balance Preliminar de la Economa de Amrica Latina'. Santiago de Chile: CEPAL
Economist Intelligence Unit (2009) 'Mexico: Country Report', noviembre
Enrich D., D. Paletta (2009) 'A un ao del estallido de la crisis, la reforma financiera no se concreta', The Wall Street Journal Americas, 10 de septiembre
Kacef O. (2009) 'Crisis and public policies in Latin America and the Caribbean', en O. Kacef, J.P. Jimnez (eds.) Macroeconomic policies in times of crisis: options and perspectives. Santiago de Chile: ECLAC, UN
Standard & Poors (2009) 'Impacto de la recesión global sobre las polticas en Amrica Latina: Razones para el optimismo', 18 de agosto.


* Juan Carlos Moreno-Brid es Coordinador de Investigaciones de la Comisión Económica para Amrica Latina y el Caribe (CEPAL) en Mxico.

Martn Puchet Anyul es profesor de la Facultad de Economa de la Universidad Nacional Autónoma de Mxico (UNAM).

1. La magnitud real de los paquetes fiscales de apoyo ante la crisis puestos en marcha por los diferentes pases debe estimarse con cuidado y su magnitud real puede estar sujeta a discusión. En ocasiones incluye programas meramente anunciados o pre-existentes que fueron re-clasificados. En otros, por ejemplo Brasil, parten de presupuestos con fuertes gastos fiscales para impulsar el crecimiento y que simplemente han mantenido su impulso. Nótese en todo caso, que la evaluación de su impacto es tarea pendiente.

2.De acuerdo al Economist Intelligence Unit (noviembre 2009), y en parte gracias a la fuerte contracción de sus ingresos fiscales petroleros y no petroleros, el ministerio mexicano de finanzas ha modificado su prioridad a lo largo del 2009, de estar inicialmente concentrado en aminorar los impactos reales de la crisis hacia mejor preservar su tradición de manejo prudente de las finanzas pblicas..

3. La situación en Honduras est en un proceso que no permite concluir si habr o no cambios sustanciales en la orientación de la agenda de desarrollo, y el papel que tendr el Estado en su promoción e impulso.

4. Repblica Dominicana (mayo 2010), Costa Rica (feb. 2010), Colombia (mayo 2010), Brasil (oct. 2010) y Venezuela (dic. 2010)

5. No est dems sealar que la calificadora de riesgo identifica explcitamente como polticas pragmticas la apertura al comercio y a la inversión extranjera, la privatización, la liberalización financiera y la conducción prudente de la poltica monetaria-fiscal para evitar grandes dficit y alta inflación. Y considera que entre las economas de la región que tienen calificación de su deuda soberana, () solamente Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina han estado siguiendo un conjunto claramente diferente de polticas económicas en los ltimos aos (Standard and Poors Rating Services, 2009).

Universitas Forum, Vol. 1, No. 3, December 2009





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